jueves, 3 de marzo de 2011

El uso de la información

En plena Sociedad de la Información es evidente que nuestra vida está rodeada de datos, estadísticas, paneles de control. Datos económicos, datos de rendimiento, datos de control, datos, datos... Hay pocos datos que sean absolutamente fiables, pero la recopilación constante y repetitiva de datos sencillos, nos brinda, a veces sin saberlo, una herramienta muy eficaz que puede permitirnos saber cómo funciona nuestro mundo y lo que me parece más importante, si vamos a mejor o a peor.

Cuando veo un informe que lo único que contiene son datos, siempre digo que no es un informe ya que si queremos transmitir algo con los datos hay que ir más allá. Por lo general, los datos necesitan un análisis que los convierta en información. Y si de inicio los datos ya no son fiables al 100%, el análisis que se haga de los mismos puede dar lugar a muchas interpretaciones dando lugar a diferentes informaciones. Siempre digo que no hay un análisis correcto o incorrecto porque   se trata de la lectura que una persona hace de los datos cuando presenta un informe.

Pero lo realmente importante no son los datos, ni siquiera la información. Lo más importante es lo que hacemos las personas con la información (aquí podríamos abrir un paréntesis infinito). En cada ámbito de nuestra vida, la información se emplea con fines o intereses distintos, pero siempre para conseguir algo. Uno de los intereses más comunes suele ser el de mejorar con relación a nuestra situación inicial.

En función de cual sea nuestro grado de madurez en el campo que queramos mejorar, así serán nuestros requerimientos relativos al sistema que necesitamos para controlar dicho campo. Es muy importante saber de dónde partimos, cual es nuestra realidad y nuestras limitaciones y a dónde queremos llegar.

Una de las lecciones que he aprendido durante los últimos meses, es que no es necesario contar con todos los datos, ni siquiera que éstos sean absolutamente precisos, sobre todo si nuestro nivel de madurez es bajo-medio. Lo realmente importante es tener disponibles los datos, por sencillos que sean, de forma constante y regular, saber explotarlos y convertirlos en información clara y de valor para implementar las acciones que nos permitan mejorar y avanzar. Hablamos de conocimiento.